Conocer otras culturas y una manera diferente de hacer las cosas son alicientes de trabajar fuera, y una buena opción para aumentar su empleabilidad. Pero esto no implica un aumento de sueldo inmediato, ni una garantía de retorno. […]

Movilidad
Hace casi cuarenta años nadie se planteaba una gestión específica de expatriados. Era sinónimo de ‘hacer las américas’ y los bancos, junto con las grandes constructoras, fueron los que pusieron la pica en Flandes al enviar a sus mejores talentos para crecer fuera. Ahora se cuentan con los dedos de una mano el número de empresas que no tiene representación internacional el extranjero, y hacen falta menos todavía para contar aquellas que no disponen de una política específica para reclutar y gestionar su capital humano en el extranjero. Porque ya no es una opción laboral muy lucrativa, sino una fase de la carrera profesional. José Ignacio Jiménez, socio de Talengo, asegura que “es difícil pensar a futuro en un perfil de alto valor si no tiene el atributo internacional”.