Marta García-Valenzuela, socia de Talengo y referente en España en materia de Diversidad. Según la publicación, la encuesta de Empleo de Farmaindustria 2017-2018 confirma que seis de cada diez contratados son mujeres, y otro dato muy relevante para reducir la brecha salarial es que el 41% de los puestos en los comités de dirección está ocupado por ejecutivas. Esto es probablemente lo que hace que la diferencia de sueldo entre mujeres y hombres sea del 10%, 36.344 euros frente a los 40.404 euros según la Encuesta cuatrineal de estructura salarial del INE. Ese porcentaje supone la mitad de la brecha que ronda el 22%, un 40% en el caso de la pensiones de jubilación.

Reducir esa diferencia puede resultar tan sencillo como complicado. Las empresas llevan años analizando esta situación en la que se perciben pocos avances concretos. Según Marta García-Valenzuela, socia de Talengo, «para actuar sobre la brecha primero hay que tener claro que está compuesta por más variables que la propia diferencia de sueldo entre profesionales de distinto sexo. Si sólo fuera así, se podría corregir, pero la desigualdad requiere acciones más globales que tienen que ver con la penalización de determinadas situaciones vitales como son la maternidad o el cuidado de mayores dependientes». Observa que «las organizaciones que están abordando de manera más exitosa esta situación realizan acciones como auditorías salariales centradas en el salario variable, donde más diferencias se dan, ya que muchas veces se concede a discreción del manager y han implementado programas de flexibilidad total que favorecen que las personas puedan organizar su trabajo de una manera más equilibrada y autónoma, y que sean evaluadas únicamente por el cumplimiento de objetivos y no por si están presentes físicamente en su puesto de trabajo».