Desde 2010 se celebra el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, a propuesta de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo dependiente de la ONU, tras observar la brecha digital de género que existe en el mundo. Este día tiene como objetivo motivar a las niñas y mujeres para que se planteen estudiar y trabajar en el campo de las carreras tecnológicas.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible coloca a las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas como espacios que impulsan la construcción de sociedades más inclusivas y sostenibles. La incorporación de las niñas y mujeres en estas áreas es imprescindible para reducir la brecha entre hombres y mujeres y contribuir al empoderamiento social y a la igualdad de género.

Dentro de las STEM, las áreas educativas más dominadas por los hombres son las TIC y las ingenierías, donde la matriculación de mujeres es de 27% y 28% respectivamente (UNESCO, 2018). Al ritmo actual, no se logrará alcanzar la paridad de género en STEM antes del año 2100.

Para 2050, el 75% de los trabajos estará relacionado con las áreas STEM. Sin embargo, hoy las mujeres ocupan apenas el 22% de los puestos en inteligencia artificial, por mencionar solo una de las áreas donde es patente esta desigualdad. Esto va a provocar que el diseño del futuro no tenga la mirada de las mujeres y va a producir que en el mundo, niñas y mujeres se queden atrás en el acceso a las mejores oportunidades laborales y a carreras en el ámbito tecnológico.

Los expertos han detectado tres causas fundamentales por las que hay tan pocas mujeres en el mundo de la tecnología:

 

1. La falsa creencia de que las niñas y mujeres no cuentan con la habilidad necesaria: 9 de cada 10 niñas entre 6 y 8 años asocian la ingeniería con habilidades masculinas. Esta creencia errónea está empezando a modificarse ya que por ejemplo, actualmente se considera que las mujeres son especialmente exitosas desarrollando experiencia de usuario (UX) en cuanto al diseño y disposición de elementos en las plataformas.

2. La percepción de que las mujeres son mejores en cuanto a habilidades sociales y peores en tecnología: Ser social no implica carecer de habilidades tecnológicas y en un mundo donde lo social parece imperar, contar con la visión femenina puede ser una enorme ventaja. El diseño necesita de ambas miradas, de hombres y mujeres para ser realmente inclusivo y además existen redes sociales de uso mayoritariamente femenino que no se pueden permitir no contar con mujeres en su desarrollo.

3. Desventajas educativas: También persiste una problemática muy enquistada en los países económicamente deprimidos o en los sectores sociales menos favorecidos, en los que se le brinda la oportunidad de estudiar al varón sobre la mujer. Esto puede provocar un tremendo vacío de skills digitales en mujeres de sociedades menos desarrolladas lo que será un hándicap para el crecimiento futuro.

Según datos del Foro Económico Mundial solo el 6% de los CEO de la industria tecnológica son mujeres.

Además, el mismo ente señaló que en los consejos directivos de todas las empresas del mundo solo un 19% de los cargos los tienen las mujeres.

En la Unión Europea, de cada 1000 mujeres con titulación universitaria, solo 29 se gradúan en alguna carrera relacionada con las TIC y de esas solo 4 terminan en un puesto de trabajo en el mundo de las nuevas tecnologías de información y comunicación.

Un informe del 2016 elaborado por Eurostat, mostró que en el 2014 el 80% de los profesionales tecnológicos de la UE eran hombres.

Por último, en el mundo de la tecnología, así como en muchos otros sectores, las mujeres suelen ganar un 20% menos de salario en comparación a sus colegas masculinos que ocupan un cargo similar.

 

<Fuente: ONU Mujeres, UNESCO, Unión Internacional de Telecomunicaciones, WEF