“Cuando uno ve cambios importantes en plazos de 12 a 24 meses en gente con cierta “señority”, es una señal de alarma. Son perfiles inherentemente menos atractivos, precisamente porque nos dicen que ese propósito y ese compromiso van a ser difícilmente inculcables”.

“Estamos en máximos históricos en términos de posiciones abiertas y contrataciones hechas. Contratar talento cada vez es más difícil. Cuando salimos al mercado como headhunters, lo habitual es que nuestros candidatos estén en uno o dos procesos adicionales. Cerrar es cada vez más retador. Los CEO lo saben”.

Rafael Sarandeses, Socio Director de Talengo, en el artículo de Expansión “Llegan los mercenarios del talento: trabajar y fidelizar al mejor postor”.