Esta crisis no va a poner freno al ingenio de los cazatalentos y los reclutadores para dar con el mejor candidato a un puesto. El Covid-19 está cambiando y cambiará muchos planteamientos, y éste es uno de ellos. “Una vez superada la inmovilidad física del estado de alarma como el shock emocional en que nos puede dejar la resaca del parón, muchas preguntas se encaminarán a atisbar las capacidades para afrontar la nueva etapa en la que navegarán la mayoría de las empresas.

La situación que estamos viviendo va a formar parte de nuestra historia particular y, como explica José Ignacio Jiménez, socio de Talengo, hace que, de alguna manera, nos enfrentemos a nosotros mismos: “Estamos mirándonos crudamente en el espejo, y viendo lo que somos y cómo estamos afrontando esta situación”. Reconoce que no todos obtendremos el mismo reflejo: “Algunos tendrán como actividad principal reenviar cientos de mensajes fakes y chistes de mal gusto, dormir de manera extrema o habrán huido a una finca o similar y no entenderán o querrán ver la gravedad del tema. No aportarán nada a su familia, a su entorno y a su empresa”. Jiménez cree que aquellos que hayan trabajado desde casa y demostrado su resiliencia para adaptarse a este momento saldrán reforzados de la crisis, “los primeros forman parte de la especie ameba humana y tienen poco valor”.