En estas últimas semanas se ha escrito mucho sobre líderes anónimos y líderes que demuestran su mejor cara en un tiempo tan convulso y difícil, líderes generosos, con coraje y valentía que son capaces de encontrar luz entre tanta sombra. Esos líderes son fundamentales y emergen con fuerza demostrando que las peores situaciones sacan lo mejor de las personas.

Hoy a mí me gustaría destacar a los líderes que acompañan, líderes que generan cercanía a pesar de la distancia y hoy más que nunca, practican la inclusión como modo de vida. Los líderes que se ponen al servicio de sus equipos y son capaces de motivar e inspirar a pesar de su ejemplo.

¿Cuál es el comportamiento de estos líderes que acompañan? En estos momentos, lo más importante que un líder debe gestionar es la emoción de las personas. El líder inclusivo pregunta y muestra preocupación real por cómo están las personas que lidera, qué les preocupa, cómo están sus seres queridos y cómo se están organizando en esta etapa difícil. No bastan las conversaciones sobre la tarea o los proyectos, ahora más que nunca, tenemos que interesarnos genuinamente por las personas, por sus vidas y preocupaciones.

Además el líder inclusivo tiene que ser claro, tiene que explicar honestamente cuál es la situación y qué necesita del equipo. Tener unos objetivos acotados en el tiempo y una visión a medio y largo plazo, ayudará a superar estos espacios de incertidumbre. No hay nada más reconfortante que saber qué se espera de nosotros y qué podemos hacer para ayudar a nuestra organización en este momento.

Otra capacidad fundamental del líder inclusivo es la de sostener al equipo, estar al lado de las personas en estas nuevas dinámicas en remoto, que hacen que los equipos tengan que adaptarse de forma brutal. Nos encontramos en un momento de adaptación tecnológica, adaptación de procesos y adaptación de reglas por lo que aspectos como la mentorización entre las personas del equipo, el apoyo técnico o la paciencia para acompañar el ritmo de cada persona cobran amplia relevancia.

Por último ahora aparece con una importancia clave el conocimiento de la diversidad del equipo. En las reuniones en remoto, es fácil que haya perfiles que se inhiban, otros que se potencien y otros que simplemente no participen. Es labor del líder poner en valor la suma de talentos que la diversidad aporta y deberá estar más atento que nunca al reparto de tiempos, al refuerzo de ideas de todos los miembros y a la suma de inteligencias múltiples, para así, conseguir surfear estos tiempos difíciles que tanto nos están impactando.

Deseo que estos nuevos tiempos hagan emerger lo mejor de cada líder para que así, de una vez por todas el sentido de humanidad prevalezca al de individuo, porque todos juntos somos mucho mejores que cada uno de nosotros por separado.