Un jefe “Tom-Tom” es aquel tipo de Jefe que si vas bien, pasa el tiempo y no te dice nada. En cambio, si te desvías un poquito, no para de repetirte instrucciones, aunque algunas no sean factibles. Además, se supone que es él quien sabe y tiene todas las respuestas. Evidentemente, no habrá integrado los cambios más recientes de su entorno y tendrá difícil adaptarse a circunstancias imprevistas. Si funciona bien, en el mejor de los casos, puede llegar a generar dependencia y dificultar que aprendamos por nosotros mismos.
Sin embargo, el Jefe “Videojuego” es capaz de acoger a un jugador novel y transmitirle la esencia de la misión y cómo él puede contribuir desde su papel. Además, dosifica la dificultad de los retos, las explicaciones y los elementos a utilizar conforme avanza el nivel de madurez del jugador. También es capaz de mostrarle cuál es su nivel con claridad, qué le falta para llegar al siguiente y cómo puede acelerar ese camino mediante objetos (metodología) o ganando experiencia (entrenamiento específico). En ocasiones, incluso es capaz de diseñar un reto “élite” específico y con mayor dificultad, para poner a prueba una habilidad concreta. Su feedback es sistemático, frecuente y con un formato claro, destacando en particular los logros y lo que ha obtenido la persona en relación a su punto de partida previo. En ocasiones, incluso, se invita a compartir los logros con tu comunidad.
El jefe Videojuego tiene también la habilidad para incrementar los grados de libertad, la complejidad de factores y el riesgo, a medida que se ha ido consolidando no sólo la experiencia, sino también el criterio y la capacidad de leer la situación con acierto, eso sí, dejando bien claro cuáles son los límites (de recursos, de tiempo,..) y cuáles las reglas de acción que son factibles y tolerables. Además, es capaz de mostrar cuál puede ser el siguiente reto, o la posible recompensa, o las posibles dificultades a vencer, o posibles nuevas opciones. De esta manera te orienta en un avance continuo hacia el futuro y la integración de nuevos elementos que mejoran tu rendimiento y aumentan tu capacidad.   Con todos los elementos anteriores, no es de extrañar que determinados vidojuegos “enganchen” y resulten altamente atractivos.
¿Cómo se relaciona lo anterior con la gestión de los Millenials? Hay que tener en cuenta, en primer lugar, cuál es realmente su escala de valores y sus elementos de motivación, muy diferente de la de sus jefes, en ocasiones “baby boomers” o generación “X”. Desde esas ópticas es frecuente escuchar frases como “no tienen compromiso”; “no hay quien los entienda”; “no quieren seguir nuestro modelo de evolución profesional”. En realidad, sus elementos de motivación clave son:

  • Involucrarlos, que se sienta parte de un proyecto
  • Que encuentren propósito en aquello que hacen y que contribuya a su desarrollo
  • Tener ilusión por el siguiente paso o reto
  • Poder trabajar en equipo, de igual a igual
  • Tener feedback constante de su desempeño y su evolución
  • Poder disfrutar del camino, no sólo de una posible recompensa lejana

Por tanto, si nos toca gestionar perfiles con estas características, probablemente necesitamos evolucionar hacia los comportamientos de un “Jefe Videojuego”.