En situaciones donde trabajamos con el equipo, ya sea en una reunión o en una tarea conjunta, es frecuente que nos encontremos inmersos en extensas discusiones para convencer a los demás de que nuestra opinión es la correcta. ¿Cuántas veces hemos creído que nuestro punto de vista es absolutamente claro, transparente y lógico en una determinada situación?

La respuesta es muchas veces, o más de las necesarias.

Aunque la edad nos brinda la capacidad de relativizar y elegir nuestras batallas sabiamente, es fundamental, tanto para los líderes como para los equipos, renunciar a tener siempre la razón.

 

El valor de la alineación y el propósito compartido:

Un equipo de alto rendimiento, uno que busca obtener resultados superiores, debe alinearse y tener una comprensión clara de su objetivo y su propósito. Cuando un equipo se alinea, puede dejar de lado las individualidades y los intereses personales, así como la propia “razón, en beneficio de un objetivo conjunto y de un beneficio superior, aunque este no sea siempre evidente a corto plazo.

En la actualidad, el modelo tradicional de liderazgo coercitivo o directivo no funciona. O al menos no logra resultados extraordinarios a largo plazo. La configuración actual de las organizaciones implica equipos conformados por personas que piensan de manera diferente, pero que se respetan en sus diferencias, ya sean de género, edad, cultura, … Además, la velocidad con la que ocurren los cambios en nuestra sociedad y en las organizaciones, es cada vez mayor. En un entorno con estas variables, resulta sumamente difícil actuar siempre desde la perspectiva de poseer la verdad o de mantener la razón.

 

El liderazgo en un entorno diverso y cambiante:

En un contexto tan diverso como el descrito, tan cambiante, y con una presión constante por obtener resultados, se vuelve imprescindible un liderazgo que:

  1. Conozca, acepte y aproveche la diversidad presente en sus equipos.
  2. Oriente a sus equipos hacia la consecución de un “resultado superior”, adaptándose a la velocidad necesaria para lograr dichos resultados.
  3. Sea consciente del bienestar de su equipo.
  4. Se conozca a sí mismo y gestione adecuadamente sus propias emociones. ·
  5. Sea humilde y comprenda que está al servicio de sus colaboradores.
  6. Sea capaz de ceder y no tener siempre la razón.

 

Anna Segarra

Directora en Talengo.

 

 

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