José Ignacio Jiménez, socio de Talengo, habla en Expansión sobre la posibilidad trabajar en cualquier parte del mundo gracias al teletrabajo. Optar a cualquier puesto sin tener que vivir en el país donde radica la compañía que nos contrata es algo perfectamente real, sobre todo para determinados puestos de alto valor añadido: “Las empresas quieren talento en la forma y lugar necesarios, y si el talento demanda estar deslocalizado, se lo van a permitir”.

“No es lo mismo trabajar en Nueva York, Madrid o Lisboa. Vivir en un lugar que tenga calidad de vida y buenas condiciones fiscales se puede meter en el flexiplan. Y esto puede provocar una fuga de talentos, porque un profesional se puede ir a vivir a Cascais con una tributación fantástica y trabajar desde allí contratado por una compañía de cualquier parte del mundo. No hablamos de la remuneración más alta, sino de la más óptima, y esto incluye rentabilidad fiscal y calidad de vida”, añade el socio de Talengo.