Liderazgo en la era de la IA: más que adaptación, una cuestión de responsabilidad
«El papel del líder en la era de la IA no puede limitarse a adoptar tecnología sin cuestionar su impacto.» Marta Merino, directora de Talengo Tech
La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la sociedad en todos sus ámbitos, pero su desarrollo y uso no son neutrales. Detrás de cada avance tecnológico hay decisiones sobre quién se beneficia, quién queda relegado y bajo qué principios se estructura el futuro. Un liderazgo real no consiste en aceptar la innovación como una fuerza inevitable, sino en dirigirla con una visión crítica y consciente.
La transparencia es el primer desafío clave. La IA ya interviene en múltiples aspectos de la vida cotidiana, desde la información que consumimos hasta las decisiones que afectan nuestra seguridad y bienestar. Sin embargo, su funcionamiento es opaco, muchas veces comprendido solo por quienes la diseñan. Si la tecnología avanza sin que la sociedad entienda cómo opera y con qué propósito, se corre el riesgo de que el poder quede concentrado en unos pocos actores, sin posibilidad de cuestionamiento o supervisión. Un líder comprometido con el uso responsable de la IA debe exigir claridad en los procesos, promover un acceso equitativo al conocimiento y evitar que la tecnología se convierta en un instrumento de control unilateral.
El segundo gran reto es la equidad. La IA no se desarrolla en un vacío; aprende de datos históricos que reflejan desigualdades, sesgos y estructuras de poder existentes. Si no se interviene con una mirada crítica, el resultado será una amplificación de esas mismas injusticias bajo la apariencia de objetividad. No basta con confiar en que los modelos son “avanzados” o “precisos”; es fundamental preguntarse a quién favorecen, quiénes quedan excluidos y qué consecuencias pueden tener a largo plazo. El liderazgo en este contexto no es solo técnico, sino ético: implica la capacidad de desafiar el statu quo y garantizar que la inteligencia artificial no se convierta en un nuevo mecanismo de discriminación.
Por último, el pensamiento crítico es esencial para evitar una visión ingenua de la tecnología. A menudo, la IA se presenta como una solución infalible a problemas complejos, pero esto ignora que su desarrollo responde a intereses específicos. Un líder no puede ser un mero consumidor de avances tecnológicos, sino que debe cuestionar constantemente su origen, sus limitaciones y su impacto. La innovación no es un fin en sí mismo; lo que importa es qué hacemos con ella y cómo garantizamos que sirva para construir un futuro más justo, sostenible y consciente.
En definitiva, el liderazgo en la era de la IA no es cuestión de adaptación, sino de responsabilidad. No basta con incorporar tecnología porque es el camino natural de la evolución; es necesario definir con claridad para qué y para quién se está construyendo. Si el avance de la IA no se guía por principios sólidos y una supervisión real, corremos el riesgo de perder el control sobre sus consecuencias.
Talengo se adhiere al Compromiso por una IA Segura y Responsable en el Trabajo, impulsado por AEDIPE
En este contexto, en Talengo hemos formalizado nuestra adhesión al Compromiso por una IA Segura y Responsable en el Trabajo, promovido por la Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas (AEDIPE). Esta iniciativa, alineada con organismos internacionales como la OCDE, el G7 y la OIT, busca garantizar un desarrollo tecnológico que respete los derechos de los trabajadores y fomente la equidad laboral. Con nuestra participación, reforzamos la apuesta por una IA que impulse la dignidad, la no discriminación, la privacidad y la productividad inclusiva en el entorno empresarial.