Mucho se ha escrito de grandes líderes que, gracias a su forma de hacer y al impacto generado, han dejado un legado en la sociedad que perdura y perdurará durante muchos años. Ejemplos como Ghandi, Mandela, Steve Jobs y otros grandes nombres nos acompañan en un sinfín de libros de management y liderazgo.

Este es el motivo por el que quiero aprovechar este espacio para hacer un reconocimiento a todos aquellos líderes anónimos cuyo impacto, aunque no revolucionario para la sociedad, sí lo es para el círculo de influencia que los rodea.

Todos conocemos o hemos conocido a personas que, movidas por lo que creen debe hacerse, por su humildad, ejemplo y generosidad, son líderes valientes. Fieles a sus valores, no dudan en navegar impulsados por sus ideales, con independencia de las circunstancias o contextos que ejercen fuerzas contrarias. A pesar de lo anterior, estos líderes valientes tienen la resistencia suficiente para no cambiar de dirección o dejar de hacer aquello que consideran es justo.

Son líderes que van más allá de su interés, líderes que buscan dejar un legado y que saben que quizá no puedan cambiar el mundo, pero sí pueden ser responsables de cambiar una parte de ese mundo para alguien.