Estamos en una etapa clave en la transformación digital. La adopción de la IA es una realidad en muchas organizaciones, pero el verdadero reto ahora es implantarla de manera efectiva y sostenible. Las empresas no pueden limitarse a incorporar herramientas tecnológicas; deben garantizar que la IA impacte estratégicamente en todos los niveles y que el talento sea parte esencial del proceso.

El informe de Panorama destaca algo crucial: la brecha entre conocimiento y acción. Muchas compañías reconocen el valor de la IA, pero todavía no saben cómo traducir ese valor en resultados concretos. Esta brecha, denominada knowing/doing gap, representa una oportunidad de transformación. Las empresas que logren cerrar esta distancia serán las que dominen su industria en los próximos años. Pero, ¿cómo lograrlo?

Un roadmap para una IA sostenible

El éxito no está solo en adoptar IA, sino en implementarla con un roadmap claro y medible. Debemos identificar áreas donde la IA pueda tener un impacto real en productividad y eficiencia. No se trata solo de usar IA para automatizar procesos, sino para impulsar la creatividad y aumentar el valor estratégico en cada decisión.

Cada implementación debe tener métricas claras que midan el impacto de la IA en la empresa. Por ejemplo, ¿Cuántas horas ahorra en procesos repetitivos? ¿Cómo aumenta la satisfacción del cliente al personalizar las ofertas con análisis de IA? El retorno de inversión (ROI) debe estar siempre en el centro de cada decisión.

Cultura organizacional y reconfiguración del talento

La cultura organizacional también debe cambiar. No podemos simplemente implementar tecnología sin considerar el impacto en nuestros equipos. Las empresas deben reconfigurar su estructura para integrar la IA de manera fluida, asegurando que el talento sea parte del proceso y no desplazado por él.

Aquí es donde el reskilling juega un papel crítico. No podemos esperar que la IA lo haga todo. Las empresas deben capacitar a sus empleados para trabajar junto a la IA, creando una sinergia entre tecnología y habilidades. Esto requiere inversión en formación, no solo en herramientas técnicas, sino también en competencias estratégicas como el pensamiento crítico y la innovación.

Ética y transparencia en la IA

No podemos hablar de la implantación de IA sin abordar la ética. Las empresas que no tengan una gobernanza clara sobre el uso de IA estarán en desventaja. Las decisiones automatizadas que impactan a empleados y clientes deben ser transparentes y alineadas con los valores de la empresa.

La implantación ética y transparente de la IA no es solo una cuestión de cumplimiento normativo, sino una oportunidad para generar confianza y fortalecer la cultura organizacional.

Conclusión: cerrar la brecha para un futuro sostenible

El verdadero éxito de la IA no se medirá en cuántos procesos se automatizan, sino en cómo las organizaciones logran implantar un verdadero liderazgo equilibrado, tan tecnológico como humanista. La estrategia de implantación debe estar centrada en un enfoque basado en datos, pero siempre con una visión clara de impacto humano y ético.

En definitiva, estamos en un punto crucial donde cerrar la brecha entre adopción e implantación efectiva determinará quiénes liderarán en el futuro. No se trata de tecnología contra personas, sino de un futuro donde ambas colaboren para generar más valor. Las organizaciones que lo entiendan medirán su éxito no solo en ROI, sino en sostenibilidad y resiliencia.

Marta Merino, directora en Talengo Tech

 

Descarga el informe de Panorama aquí: “Artificial Intelligence and its impacts on Leadership”