La Empresa Familiar es un pilar fundamental, que moldea tanto el pasado como el futuro de nuestra sociedad, desempeñando un papel esencial en la economía.

Estas empresas se caracterizan por la influencia de varias generaciones en la toma de decisiones, y porque su gestión y propiedad están en manos de una familia. Estas compañías se basan en la confianza, los valores compartidos y los objetivos a largo plazo que van más allá del rendimiento financiero. 

En España, su impacto es innegable. Las empresas familiares representan el 89% del total de empresas, generan el 67% del empleo en el sector privado y contribuyen con el 57% del PIB de este sector. Estos números no solo destacan su relevancia económica, sino también su papel como pilares de cohesión social y comunitaria. 

Si observamos las empresas familiares más exitosas en España, encontramos algunos denominadores comunes: 

  • Capacidad para combinar tradición con innovación 
  • Gestión a largo plazo enfocada en la sostenibilidad 
  • Trascendencia y arraigo de valores familiares 
  • Compromiso inquebrantable con la calidad 

Aunque cada empresa familiar tiene su propio ritmo y dinámica, muchas se enfrentan a la necesidad de gestionar la sucesión del liderazgo, atraer y retener talento de alto nivel, e implementar estructuras de gobernanza efectivas, con el fin de garantizar su legado para las futuras generaciones.

En algún momento, todas las empresas familiares se enfrentan a la pregunta: ¿Cómo podemos asegurar nuestro éxito y continuidad en el futuro? 

Responder a esta pregunta requiere una reflexión profunda y un enfoque integral que aborde aspectos financieros, emocionales y culturales, específicos de cada empresa familiar. Un punto de partida crucial es establecer una visión a largo plazo con una planificación sucesoria clara y transparente, donde todos los miembros de la familia estén alineados con los objetivos y valores de la empresa.  

Por otro lado, la profesionalización de la gestión, entendida como la creación de un equipo directivo externo a la familia, y la adopción de prácticas empresariales modernas, son también procedimientos determinantes para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades. 

Reflexionar y abordar estratégicamente estos aspectos puede marcar la diferencia entre lograr un éxito continuo, adaptándose a los cambios del mercado y la economía global, o caer en la inercia. 

¿Estás listo para acompañarnos en la próxima parada de nuestro viaje? 

Pamela Parra, Socia de Talengo

 

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