Recientemente asistí a una conferencia de emprendedores que quieren internacionalizar sus negocios. El debate se centró en las dificultades para encontrar financiación, la inversión tecnológica necesaria para llevar a cabo esa internacionalización y la inversión en una buena campaña de marketing digital (una web potente, campaña SEO y SEM,..).

Tan sólo un ponente, y de soslayo, mencionó que rodearte de talento también era necesario. Yo no lo llamaría necesario exactamente, es absolutamente imprescindible.
Encuentra financiación, desarrolla la tecnología más puntera, diseña la mejor campaña de marketing digital, adapta tu oferta al mercado donde quieres aterrizar y deja tu negocio en manos de la persona errónea. Y en 12 meses, si no antes, empezarás a maldecir haber emprendido la aventura.
Cometemos el error de creer que sólo las empresas grandes con todos los recursos necesarios a su alcance pueden recurrir a expertos capaces de buscar el mejor talento en  cada momento y  mercado. Cometemos el error de creer que estamos perfectamente capacitados para identificar quién tiene talento dentro de nuestro equipo. Y peor aún comentemos el tremendo error de creer que con viajar varias veces al año a visitar ese nuevo mercado nos convertimos en expertos de él.
El retorno de la inversión en identificar al talento más idóneo para cada mercado comienza el primer día de tu aventura internacional. El mejor talento para cada mercado no tienes porqué ser tú, ni tampoco tu persona de confianza, ni tan siquiera el top ventas de tu equipo en España. El experto del mercado es el que vive el día a día de ese mercado.