Seguro que la frase nos suena conocida, no es la frase de un gran filósofo, ni la de un famoso político, es la frase lapidaria de Peter Parker, alias Spiderman.

Una frase que hoy en día tiene mucho sentido, en un mundo donde las claves de la supervivencia empresarial y personal se apoyan en la colaboración, en la responsabilidad, en la vulnerabilidad como concepto anclado a nuestra naturaleza humana y que habíamos dejado de lado, en la utopía de creer ser invencibles dado el grado de desarrollo tecnológico y social al que habíamos llegado.

El liderazgo es un ejercicio de poder en sí cuando se ejerce desde el individualismo y el egoísmo, cuando surgen los liderazgos autocráticos. Cuando realmente se ejerce desde la responsabilidad surge el liderazgo más humanista, aquel que tiene en cuenta el impacto de las decisiones en las personas, en la sociedad, en el medioambiente…

Creo y pienso que todos somos líderes, todos tenemos un gran poder y una gran responsabilidad y no actuar bajo esta premisa nos está llevando a un ejercicio de decadencia humana, donde lo que nos pasa es causado por el otro y no tenemos margen de maniobra.

Veo signos en la sociedad de búsqueda de culpables, y no de asunción de la responsabilidad.

En el ámbito organizativo se están creando culturas de dependencia, de queja y de apatía. Sin duda casi 1 año de COVID ha impactado en las culturas organizativas, justo en el momento en que más necesitamos líderes que apoyen y movilicen hacia el cambio.

Hablamos de culturas ágiles, de culturas colaborativas, culturas que aprenden y buscan la mejora, culturas que aceptan el error como parte de un proceso, donde se comparte el liderazgo y se trabaja en formato transversal, culturas con foco en las personas que llamamos “people oriented”.

Dentro de esta cultura meta que seguro todos podemos identificar como “la cultura deseada”, nos topamos de bruces con ¡Peter Parker!

Los profesionales no asumimos nuestro poder y nuestra fuerza para que el cambio ocurra y no asumimos responsabilidades, todo lo que pasa parece estar fuera de nuestro control.

Y yo me pregunto… ¿somos conscientes de ello?